Oda a la juventud
[...]
Mira hacia abajo, donde la eterna niebla cubre,
un espacio indolente, lleno de turbias aguas:
¡Es la tierra!
Sobre las cadavéricas linfas arrastrarse,
un reptil con su concha.
Barco, timón y vela de sí mismo,
persiguiendo a otros ínfimos reptiles,
ya se eleva o se pierde entre las aguas;
las olas no lo alcanzan, ni él alcanza las olas,
y de pronto revienta como un globo en las rocas.
Nadie su vida supo, nadie su muerte sabe.
[...]
Adam Mickiewicz.
La balsa de la medusa
Théodore Gèricault.
He elegido este fragmento de la "Oda a la juventud" de Adam Mickiewicz porque me ha gustado mucho y es de los personajes principales del romanticismo polaco.
A su vez buscando algún cuadro que concordase con los versos de Mickiewicz encontré este cuadro de Gèricault que me pareció que podría describir gráficamente lo que se cita en el poema. Este también era un artista perteneciente al Romanticismo, y aprovechando que he estudiado este movimiento artístico en literatura, me pareció oportuno incluirlo en este blog.
Muy bien, Óscar
ResponderEliminarMuy bien, Óscar
ResponderEliminarMuy bonito Onufry, te expresas muy bien.
ResponderEliminarMuy bonito Onufry, te expresas muy bien.
ResponderEliminarUna elección muy acertada Óscar. Me gusta mucho tanto el poema como el cuadro.
ResponderEliminarSe nota el buen trabajo realizado, muy bonito.
ResponderEliminarEsta bien, muy bonito.
ResponderEliminarmuy bien sigue asi!!!
ResponderEliminarAmbos son muy trágicos, presentan sensaciones muy exaltadas. Están muy bien relacionados
ResponderEliminarTanto el cuadro como el poema son oscuros y llenos de sentimientos tensos y amargos.Un brillante trabajo,sin duda.
ResponderEliminarTanto el cuadro como el poema son oscuros y llenos de sentimientos tensos y amargos.Un brillante trabajo,sin duda.
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